Sociedad y cultura

La sociedad del siglo XVIII es parecida a la del siglo anterior. En política, la monarquía
absoluta se impone a la iglesia; en lo social, aunque crece la burguesía, se mantienen los
privilegios de la nobleza y el clero.
En el pensamiento se produce la mayor renovación: la cultura valora la ciencia y la filosofía
y se defiende el arte didáctico.


En este siglo los reyes acaban por dominar del todo la iglesia, pero tambien hubo muchas
luchas entre la nobleza y el clero.
De la época destaca la aparición de la burgesia, mas moderna y laica. No tiene los
privilegios de los nobles o lo eclesiásticos y esta a favor de las reformas. También aparece
el prolateriado en ciertas regiones como Inglaterra, con el inicio de la industrialización.


El siglo XVIII es importante también por el desarrollo de las teorías sobre el bienestar
social, que aspiran a mejorar la organización social. En ese sentido, algunos
descubrimientos científicos, como la vacuna y a máquina de vapor, contribuyeron a
mejorar la calidad de vida. También se empieza a manifestar la idea de el humano como
centro de todo, el humanismo, en vez de la idea de que todo gira en torno a Dios.


En el ámbito religioso, los ilustrados critican el poder de la iglesia y los dogmas. Algunos
racionalistas expresan su postura desde visión cristiana, otros defienden la idea de
una divinidad o Ser supremo, que puede manifestarse a través de cualquier religión;
finalmente, los más radicales evolucionan hacia una visión materialista y atea. En conjunto,
con la ilustración se difunde una actitud tolerante hacia todas la creencias.


En el terreno cultural, los saberes fundamentales son la filosofía y la ciencia. Las artes
pasan a tener un objetivo funcional, ser útiles para la sociedad, lo que llamamos el
Utiliarismo.


El estilo del siglo XVIII es el neoclasicismo, que e inspira en el modelo grecolatino
y renacentista, y pretende reflejar el buen gusto. El arte neoclásico aspira a ser
elegante, simple y razonable, presenta temas y personajes genéricos, es didáctico
y sigue las normas clásicas.


En el arte y la literatura, con el neoclasicismo, se vuelve al modelo clásico
grecolatino y se rechacen el Barroco y el medievalismo. El neoclasicismo defiende
que la obra artística debe reflejar motivos y personajes genericos o universales y
tener una finalidad didáctica.


En conjunto valora la naturalidad, el equilibrio y la verosimilitud y lo racional.

El neoclasicismo se impuso con distinta intensidad en cada país.